Hoy voy a escribir uno de los post más duros que he escrito hasta ahora. Hace una semana he perdido a mi bebé. Aún no me siento preparada para dar detalles. Espero que podáis entender esto.
Han sido unos meses terribles. Desde el comienzo la cosa iba regular. Pero la confirmación del paro de su corazón, fue una de las noticias más devastadoras que he recibido en mi vida. Sabíamos que había una posibilidad, pero luchó tanto, que en el fondo de tu corazón no lo esperas. El mundo se para, y de repente todo se vuelve absurdo. En mi caso, comenzó todo a darme vueltas, las conversaciones con otras personas se volvían vacías y el mero hecho de caminar, era inercia pura, pues los pasos que daba, no me llevaban a ninguna parte. Además, los comentarios de las personas que me rodeaban, no me ayudaban mucho; " eres muy joven, mejor ahora...".Sí, mejor ahora, pero era yo la que lo llevaba dentro. Y he sido yo, la que lo he tenido que arrojar de mí.
La gente me repite constantemente que no pasa nada. Pero si pasa. Pasa, que he perdido a mi bebé. Y el que no lo quiera entender, que le den. Sin más. Da igual que tuviera pocos meses. Para mí eso no importa. Era mi bebé. Un bebé buscado, amado... Un bebé que luchó contra viento y marea por vivir. Un bebé, al fin y al cabo.
Ahora sólo me quedan recuerdos, ahora, sólo me queda la duda, ¿cómo sería?, ¿ a quién se habría parecido?....
Porque para una madre, lo lleves un día, un mes o 9 meses, es tu hij@, y siempre lo será. Porque estuvo en tí. Estuvo dentro de tí. Y fuistéis uno, aunque fuese breve. Dos corazones en un cuerpo. Y eso no me lo quita nadie.
Mi bebé que se fue, ahora es mi bebé estrella. Una estrella, que nos iluminará allá donde esté, y que protegerá y cuidará de su hermano, que tanto lo esperaba. Una estrella que siempre me acompañará.
Porque siempre estarás en mi corazón y en mi piel.
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